YO MI ME CONMIGO
"No te imaginas todo lo que me llevo de tí", fueron las palabras que me dedicó una amiga antes de partir de vuelta a su ciudad de orígen. Sin decirme nada me transmitió lo que ni un ex en casi cuatro años.
Desde pequeña he sido más bien introvertida, enamoradiza, desconfiada y delgada. Sobretodo este último adjetivo ha estado presente desde que mi cuerpo empezó a cambiar en la pubertad.
Mi obsesión por los kilos y las calorías comenzó a raíz de mi primer amor, David, que de un día a otro perdió su interés por mí y me llenó la cabeza de complejos. A día de hoy puedo afirmar, a mi pesar, que todavía le recuerdo y es capaz de conseguir que me tiemblen las piernas.
El peso es algo que siempre va a estar entre mis obsesiones y he terminado aprendiendo a vivir con ello y a acostumbrar a la gente de mi alrededor a no alarmarse si en un día no ingiero más de 300kcal.